Historia
Carabaña es uno de los pueblos más antiguos de la Comunidad de Madrid. Desde la Edad de Hierro ha estado habitada sin interrupción esta zona a la orilla del Tajuña. El paso de la historia ha dejado su huella en la fisonomía del municipio y hoy pueden disfrutarse en el paseo por la localidad.
La ingeniosa conquista de los caracitanos
Fundación de Carabaña
Aldea en el Reino Visigodo de Toledo
Conquista árabe y Reconquista
El Renacimiento: Momento de esplendor en Carabaña
El primer señor de la villa
Milagro en época de epidemias
Agua de Carabaña
Carabaña en el siglo XX
porque cuando temían ser perseguidos se retiraban
(…) a sus cuevas, y de allí no se movían.”
Ara romana en Carabaña
Pila bautismal visigoda
Durante la dominación de los árabes (s. VIII-XII), Carabaña sigue habitada por cristianos, mozárabes, que conservan su credo y costumbres.
En 1557 Carabaña solicita el título de Villa y consigue liberarse de la dependencia jurisdiccional de Alcalá de Henares, aunque sigue perteneciendo a la Mesa Arzobispal de Toledo, como propiedad de la iglesia.
Palacio del Virrey
Escudo de Carabaña con las
armas de la familia Vega
El mismo año en que se terminan de redactar estas estadísticas, Felipe II solicita bula papal para comprar determinadas localidades de la iglesia, entre ellas, Carabaña. El negocio fue rentable para ambas partes. El Papa Gregorio XIII obtiene ingresos para luchar contra los infieles y el rey español, una vez adquirida las localidades, las pone de venta.
Milagro en época de epidemias
En el siglo XVIII se propaga una epidemia por la zona. Ésta será la primera vez que se saque en procesión al Cristo de la Paz y la Salud.
En 1880 el vizcaíno Ruperto Chávarri descubre durante una cacería el extraño sabor de las aguas del manantial del cerro de Cabeza Gorda, próximo a Carabaña. Sus conocimientos como dueño de una farmacia en Antón Martín le hacen sospechar que las propiedades del agua pueden ir más allá de su particular sabor.
Portada de “Agua de Carabaña”
Durante el comienzo del siglo XX se impulsa el desarrollo del municipio gracias a varios hechos como la construcción del hospital de San Joaquín, “El Hospitalillo”, en 1905, la llegada del ferrocarril en 1910 o la construcción de las escuelas del Doctor Cortezo.
Apeadero de Chávarri
Durante la Guerra Civil, Carabaña tuvo una posición estratégica. En la carretera de Valencia y situada a pocos kilómetros del frente del Jarama, el Estado Mayor de la 18 Brigada fija su sede en el balneario de Chávarri. Los productos agrícolas de la vega del Tajuña aprovisionan a una capital que cada vez tiene más dificultad de abastecimiento y el pueblo se transforma convirtiendo la iglesia en un depósito de víveres o construyendo una gasolinera en las eras de santa Lucía.